13/1/25. Como todos los veranos, la Dirección de Bromatología, dependiente de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de 9 de Julio, realiza periódicamente análisis de cloro y pH del agua de los distintos natatorios de la ciudad que incluyen clubes, gimnasios y piletas abiertas al público para esparcimiento.
Es importante destacar que el control de estas variables en el agua de las piletas previene la proliferación de virus y bacterias que afectan a la salud. Un pH incorrecto y un nivel de cloro insuficiente pueden causar irritación en los ojos, la piel y las vías respiratorias, además de permitir la proliferación de microorganismos, como por ejemplo, el de la gastroenteritis.
Además de los controles en lugares públicos, la Dirección de Bromatología recomienda a toda la comunidad realizar lo propio en las piletas de sus hogares, como así también mantenerlas limpias.
¿Cuál debe ser el pH del agua?
En las piletas de natación es importante controlar el pH del agua al menos una vez por semana. Este valor influye directamente en la efectividad del cloro. El pH debe encontrarse en un valor de 7,2 a 7,6. Si el pH es mayor o menor, la efectividad del cloro como germicida disminuye. Por lo tanto, en caso de que el pH no se encuentre en los niveles adecuados, debe utilizarse un producto que incremente (alcalinizante) o reductor (acidificante) del mismo.